DIRECCION
Plaza Amador de los Ríos, s/n, 45002 Teléfono: 925 253 080 Fax: 925 210 227
HORARIO - Viernes a las 17:30 horas, visitando además las Bóvedas Romanas del Nuncio Viejo.
- Sábado a las 11:00 horas, visitando además la Torre de San Román.
- Sábado a las 17:30 horas, visitando además los baños islámicos del Caballél y del Cenizal
(* Del 1 de junio al 30 de septiembre todas las rutas de tarde serán a las 19 horas)
Centro de Gestión de Recursos Culturales del Consorcio de Toledo
Pza. Amador de los Ríos, s/n
Horario de atención al público
Martes a sábados: de 10 a 14h y de 16 a 20 horas Domingos: De 10 a 14 horas Lunes: cerrado
* Del 1 de junio al 30 de septiembre el horario de martes a sábados será de 10 a 14 horas y de 17 a 21 horas.
TARIFA Gratuito
DESCRIPCION
Estos restos arqueológicos fueron conocidos recién en 1986 y sirven para demostrar la magnificencia alcanzada por la ciudad de Toledo en la época romana, cuyo diseño copiaba a la capital de Imperio: la monumental Roma de los Cesares.
La construcción de estas termas, según los historiadores, puede situarse entre finales del siglo I y mediados del II, lo cual la convierte en una referencia ineluible cuando se quieren estudiar los sistemas arquitectonicos empleados por los antiguos romanos en sus obras de ingenieria.
En las termas puede verse la canalización y el arco construido sobre dovelas, una obra nada sencilla y más teniendo en cuenta los recursos técnicos con los cuales se contaba en la época.
Sobre estas estructuras se construyo el complejo termal en dos estancias, la segunda de las cuales cuenta con un subsuelo dotado con un sistema de calefacción.
Según los historiadores que han estudiado el tema, por los materiales empleados, las medidas del lugar y la decoración que ha logrado sobrevivir al paso del tiempo, este edificio era de uso público; posteriormente, al caer el imperio romano, su uso fue cambiando de acuerdo a los sucesivos conquistadores de Toledo.
Así, en un silo construido en una fecha imprecisa entre los siglos XII y XIV, se levantaron dos aljibes en el lado occidental. Muy posteriormente, ya hablamos de la última década del siglo XX, se levantaron los pilares de hierro que permiten soportar la estructura total del inmueble actual.
Más allá de las salas calefaccionas, se encontraron otros restos que forman parte de la canalización original, incluyendo una bóveda romana situaba bajo una vivienda de la calle Navaro Ledesa y los depositos de agua necesarios para hacer funcionar las termas que se encuentran debajo del edficio de la calle de Alfonso XX, bajo una vivienda de la calle San Ginés.
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